¡Tengo un nuevo cactus!
Nada planeado, solo pasó, salí
buscando un poco de tierra y terminé comprando al "Mounstrito", Cómo
lo llamaba quién me atendió, una señora de avanzada edad y con una pasión
enorme por las plantas.
¿Cuánto por la tierra?- le dije
¡No es nada!- me respondió, con esa voz
tierna que caracteriza a alguien de su edad-!No vendería la tierra del
Señor!
Observé su pequeño pero bien nutrido
jardín, entre, Hierbabuena, sábila, rosas, y algunas colas de quetzal,
estaban escondidos los cactus y las suculentas.
¿También tiene cactus?- pregunté
¡Sí, tengo varios! -dijo- Algunos los
reproduzco acá y otros me los traen. Una Señora vino con su hija, ella quería
un cactus, pero a la mamá no le gustaban por qué según dice "trae mala
suerte" Y yo digo bueno, si piensa que trae mala suerte entonces así será,
pero ¿Cómo va a ser mala una creación del Señor?
Mientra observo los detalles de un
cactus, a pesar de ser un "mounstrito" por la cantidad de hojas
que saldrán de su piel, no deja de ser hermoso a detalle, cada parte; desde la
forma en la que se sostiene buscando llegar al cielo, su verde tan potente y
lleno de vida, la belleza de su ambiente y la rudeza en su metabolismo.
Entonces recuerdo...
Y VIO TODO LO
QUE HABÍA HECHO
Sí, lo recuerdo a Él , observando TODO,
desde las aves, hasta lo más profundo en el mar, los árboles y flores, pero
también los cactus; aquellos que parecen ser ásperos y solitarios, los que
prefieren el calor y la soledad, a el confort de más vegetación. Cada uno con sus
variantes, tamaños y colores, el clima en el que viven , todo a detalle,
y decir.
!TODO ES BUENO!
Y ahora
entiendo en ese TODO, la bonanza en cualquier especie o vida, la perfección de
un Creador. Saber que no es solo una casualidad, sino el resultado de un
Artista.
Ese Artista
que observa, admira y ama su obra.
y ahora aprendo a amarlo con su creación.